¿Que significa madurar?

Muchas veces me pregunto ¿Qué es madurar? Pues es una palabra a la que siempre le he tenido cierto recelo…

Y sigo dándole vueltas, intentando entender porque esta sociedad nos quiere “maduros”

¿Será que nos prefieren aceptando un ciclo vital impuesto que nunca nos ha convencido?

Levantándonos cada mañana para dirigirnos al mismo sitio de siempre, en el que pasar 8 horas del día haciendo un trabajo que no nos recompensa, cambiando NUESTRO TIEMPO, por SU DINERO, para que, con aquél dinero que nos han vendido a un precio muy caro y que hemos pagado con algo que jamás recuperaremos, podamos pagar todo aquello que la madurez nos ha “obligado” a tener, un alquiler o hipoteca, unas letras del coche, unos gastos superfluos, seguros de vida y otras patrañas que nos han sabido vender, y muy bien, por cierto.

¿Será que prefieren que renunciemos a nuestros sueños?

Para que cumplamos los suyos, para que al ser “tan maduros” renunciemos a la posibilidad de alcanzar los nuestros y vivamos, en nuestra amarga madurez, trabajando para ellos sin siquiera pensar en dar aquél salto que nos haga sentir libres de verdad, realizados… ¿Cuántos de los que me leéis os habíais imaginado de pequeños o “inmaduros” lo que seríais de mayor?, ¿Cuántos lo habéis logrado?, exacto, a eso me refiero.

¿Será que es mejor tenernos encerrados en nuestra madurez para que no cometamos locuras?

Sinó, quizás nos daríamos cuenta que podemos ser realmente felices haciendo lo que nos de la gana, y claro, quizás nos enganchamos a un vicio, que ellos no puede controlar, y su teatro se desvanece ante su intranquila mirada… ¿Cuánto tiempo hace que no te tiras a la brava hacia un futuro incierto? ¿Cuántos años han pasado desde la última vez que frente al mar alzaste la cabeza hacia las estrellas y te preguntaste el porqué de la existencia? ¿Cuánto hace desde la última vez que te sentiste vivo?

¿Será que al madurar dejamos de equivocarnos, y por lo tanto de aprender como lo hacíamos antaño?

Los mayores logros de mi vida, siempre han sido fruto de grandes fracasos, grandes errores y equivocaciones que me han llevado a sacar conclusiones, las cuales no habría ni imaginado sin haber experimentado los más variopintos caminos, por eso, ni reniego de ellos, ni deseo encontrar la perfección, la mejor forma de hacer las cosas, porque me encanta recorrer el camino, no coger el atajo. ¿Será, quizás, que si “maduramos” dejamos de imaginar lo emocionantes que puedes ser nuestras vidas? Y nos limitamos a conformarnos con lo que nos den, aceptando nuestro estado en todos los aspectos (emocional, financiero, laboral, etc) sin visualizar todo lo que podemos llegar a ser, y por consecuencia, intentándolo.

¿Qué hay de emocionante en ser “Don Perfecto” y que todo salga siempre bien? ¿Qué hay de emocionante en vivir para trabajar, y “disfrutar” de 30 días de vacaciones al año, si después todo volverá a ser igual?, ¿Qué hay de emocionante en privarse de hacer locuras por el que dirán?, ¿Qué hay de emocionante en alejarse de los amigos con los que antes pasabas las horas en el local, en el club o en un parque cualquiera, sintiendo como se desvanece esa unión irrompible y esas ganas de comerse el mundo?, ¿Qué hay de emocionante en la vida, sino la “inmadurez”?

Vuelve a soñar, vuélvete a emocionar, vuelve a sentir, vuelve a disfrutar, vuelve a imaginar, vuelve a cometer errores que con el tiempo te enseñarán más que cualquier consejo, vuelve a vivir aventuras que den sentido a tus días, vuelve a juntarte con tus amigos a los que no les importe cuantas veces la hayas cagado en tu ajetreado camino, vuelve a mirar las estrellas y hazte preguntas que no te puedas responder, vuelve a sentir la brisa del mar en el rostro imaginando todo lo que puedes llegar a ser…

Inmadura de una vez...





No hay comentarios:

Publicar un comentario