Crónica de una muerte anunciada (Toro de la Vega 2013)

Aunque el título de esta crónica no sea nada novedoso y se pueda considerar un plagio oportunista no hay mejor título para describirla.

Al fin y al cabo Vulcano el Toro de la Vega sentenciado este 2013 iba a morir, y yo ya lo sabia.

Era Lunes día 16 sobre las 19:00, cuando pusimos rumbo hacia Tordesillas, yo y tres valientes más, sobre las 22:00 lleguemos al hotel donde nos alojaríamos la noche previa al asesinato, muy cerca de donde se cometería el crimen, en “el nido” o “la guarida”.

Como somos veganos y no queríamos levantar sospechas precipitadas tras instalarnos en las habitaciones del hotel de Tordesillas nos fuimos a Valladolid para poder cenar algo sin sufrimiento animal, no encontremos gran cosa pero si un bar-restaurante para cenar unas raciones.

El día terminaba y debíamos descansar, pues la mañana siguiente seria dura en muchos sentidos...

Ya había amanecido, eran las 08:00 de la Mañana y tocaba bajar al comedor del hotel para desayunar, rodeados de miradas incomodas y sin poder hablar abiertamente ya que nunca tienes la certeza de quien te estará escuchando, como era de esperar no había un gran surtido de alimentos que no provinieran del dolor de otros individuos, por lo que desayunemos unas frutas, un café y unas tostadas con tomate.

Subios a la habitación para organizarnos, faltaban 2 horas para la barbarie anual y debíamos tener claro nuestro plan de actuación por si las cosas se ponían feas, así que con unos mapas de la zona donde se iba a matar al pobre Vulcano y unas indicaciones de un gran investigador entendimos cada uno cual era nuestro papel.

Ya se acercaba el momento, eran las 10:00 de la mañana, estábamos en el campo abierto donde cada año muere un inocente, los lanceros se empezaban a congregar, los curiosos pero no menos culpables también, en poco tiempo había un gran terreno lleno de salvajes sedientos de sangre, y nosotros entre ellos fingiendo también disfrutar del sufrimiento ajeno.

Los nervios iban en aumento, pues sabia de que tipo de “personas” estaba rodeado y que no seria agradable si alguien sospechaba que no era un troglodita más, que era un "comelechugas" o "perroflauta" como nombraban a los demás.

Eran las 10:30, los antitaurinos cargados de coraje y valor desde un lateral del campo hicieron acto de presencia, gritando consignas justas intentando detener ese festejo inmoral, rápidamente jóvenes Tordesillanos fueron a increparlos y a lanzarles piedras, palos y ladrillos, hasta que, como era de esperar alcanzaron a una activista en la cabeza, la tensión crecía, yo estaba rodeado de fascistas (especistas, obviamente) que creyendo que yo era uno de los suyos me alertaban de que posiblemente habrían antitaurinos infiltrados y que tuviera cuidado, comentándome también las ganas que tenían de “echarlos a palos” como decían ellos. A su vez yo tenia que procurar por la seguridad de un cámara que grabaría y haría fotos del evento ruin de Tordesillas, y ese mismo ya había sido detectado por los salvajes que me rodeaban, diciéndome que ese era uno “de los malos” (que ironía llamar malo a alguien que no disfruta de la tortura ajena) y que igual que a los antitaurinos, también se le tenia que echar, tocaba mantener la calma, pues supuestamente yo no le conocía de nada y para mi también era un enemigo animalista.

Entre tanto revuelo por el megáfono, tras la horripilante música taurina que acompañaba la mañana se anunciaba la normativa del evento, para resumirlo, un conjunto de normas absurdas puesto que una de ellas era no insultar a Vulcano (¿pero si alancearle?) supongo que todo eso para limpiarse un poco la cara y no parecer tan “paletos” en los vídeos que se consiguieran grabar.

Yo, como observador y “participe” del evento, me limitaba a mirar a mi alrededor, fingiendo disfrutar como uno más, riéndole las gracias a los que en mi opinión si eran dignos de estar en el lugar de Vulcano, y me sorprendía dolorosamente lo que veía, caballistas con palos de lanza pero que al no estar inscritos en el evento como lanceros no podían alancear pero si en la punta de la lanza llevar un tenedor para pinchar, Tordesillanos disfrazados ridiculizando a los activistas con pancartas con lemas protaurinos y a favor de “su fiesta”, gente embriagada por el suelo después de una noche larga de celebración (¿que hay de festivo en celebrar la sentencia de muerte de un inocente?), niños que por la educación (o mejor dicho por la falta de educación) recibida en sus casas también esperaban ver la tortura y el sometimiento de Vulcano, miles de personas cargadas de odio y sedientos de sangre, esperando a que sonase el petardo que anunciaba la “liberación” de Vulcano que desesperado correría por su vida, sin entender que había hecho para que miles de personas clamaran su muerte.

Había llegado el fatídico momento, eran las 11:00 el estruendo retumbó en mi cabeza y por el megáfono festivamente se relataba el recorrido de Vulcano, los ansiosos torturadores cada vez estaban más y más alterados, más y más hambrientos, su sadismo aumentaba y se empezaban a escuchar gritos y clamores de los que querían verle morir.

Vulcano llego a “campo abierto” (menuda falacia, de abierto no tenia nada, estaba vallado para que no se saliera del perímetro y amurallado de caballistas en la zona por donde debería escapar si quería lograr su hipócrita indulto, y conseguir el “glorioso” título de vencedor del torneo) la polvareda se hizo enorme, costaba divisar el horizonte, los caballos también sometidos por los mismos asesinos de Vulcano corrían por toda la zona, Vulcano apareció y tras una breve lucha desesperada por su vida fue alcanzado por los lanceros, que, regocijándose en su “valentía” aplaudían y disfrutaban de su último suspiro, Vulcano ya había muerto, era el momento de cargarlo como un objeto inerte que no significaba nada en un tractor con un remolque cargado de asesinos que celebraban su miserable hazaña, me fijaba en sus caras, yo fingía disfrutar, pero ellos disfrutaban de verdad y por mucho que lo intento no logro comprender como se puede disfrutar de un acto tan pésimo como matar por diversión.

Foto: Willam Criollo 
Breve paréntesis: observad en la fotografía como la lanza esta al revés, algo raro ocurrió ayer en Tordesillas, no era el único que lo hizo así, como si ya se supiera quien tenia que ser el "héroe" del festejo.

Ya se habían llevado a Vulcano, la sangre en el suelo y el polvo en el aire anunciaban el fin del “festejo”, los cobardes se empezaban a marchar y entre tanto aparecieron de nuevo los valientes, los valientes de verdad, animalistas que sin temor plantaron cara a los Tordesillanos, increpando su penosa fiesta y su penosa actitud, de nuevo los Tordesillanos les lanzaron piedras pero eso no les hizo amedrentar, eran pocos, muy pocos valientes contra muchos, muchísimos cobardes, yo por desgracia tenia que estar entre los cobardes, fingiendo apoyarles por fuera, pero por dentro estava en el otro lado, apoyando a los valientes de verdad, valientes que también me increpaban a mi, y yo a ellos, aunque sentía unas ganas enhornes de unirme a ellos y abrazarles por el valor y coraje indiscutible, pero me debía controlar, al fin y al cabo yo era un neandertal más... uno de los policías nacionales pareció tomarla conmigo cuando de repente me cogió fuerte del brazo y me llevo con sus compañeros, diciendo que yo estaba armando barullo y tirando piedras a los antitaurinos [Vídeo Min: 0:59] (que ironía, y que muestra de poca profesionalidad policial, ¿como voy a tirar piedras a la gente que más admiro y a los únicos que deberían estar en Tordesillas?), el mismo policía que me llevo por la fuerza con sus compañeros me dijo con unas amables palabras “si te vuelvo a ver por aquí te pego un guantazo y te llevo al calabozo”, lo que anunciaba que había llegado el momento de desaparecer de ese lugar tan cargado de odio y sadismo por una parte y de tristeza, impotencia y dolor por la otra.

Tras esas últimas horas en ese horripilante lugar nos marchamos, ya teníamos ganas de dejar atrás ese pueblo en el cual tan solo se respira odio y donde se arrebatan vidas de inocentes de la forma más vil que os podáis imaginar, durante el viaje en el ambiente se percibía que no habíamos disfrutado, que no había sido una fiesta, que no había sido un evento memorable, sabíamos que habíamos estado en la escena de un crimen, que alguien había muerto y que por desgracia no lo podíamos evitar, aun sabiendo que era una muerte anunciada...

Vulcano descansa en paz, ya nadie más te va a hacer sufrir, nadie más te va a causar dolor, estés donde estés no te culpes de nada, eras inocente, es nuestra especie la que no tiene perdón, la que no merece indulto por mucho que corra...

4 comentarios:

  1. Gracias por vuestra coraje y por echarle valor e infiltraros para que los demás veamos de qué son capaces muchos de los habitantes de ese pueblo. Ayer fue un día muy triste para muchos, pero seguiremos luchando! De nuevo, gracias.

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    1. Gracias a ti por leernos, sin gente a la que concienciar nuestro trabajo sería inútil. Un abrazo

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  2. eso es mojarse!!!
    en mitad de la lectura he tenido miedo por vosotros, entre toda esa gentuza, eufórica y sedienta de sangre.
    gracias valientes!

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    1. Es justo y necesario implicarse en este tipo de casos, los animales son los grandes olvidados, y al no poder expresarse de forma humana no tienen voz en los medios... cuidate y gracias por leer =)

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